No se trata del célebre primer capítulo de Games of Thrones. Pero es un hecho irrefutable: Winter is coming. Además, la versión 2018-2019 de la estación gélida del año promete ser la más fría de los últimos 100 años. Como si con los inviernos “más cálidos” no fuese suficiente.
Pero no hay nada que podamos hacer para evitarlo. Solo apertrecharnos, sacar nuestras prendas de vestir para la ocasión, guantes, gorros, bufandas y aguantar hasta la primavera.
No todo es sufrimiento. Están las navidades y las festividades de año nuevo incluidas. Tiempo para reunirse en familia, compartir con los amigos y planificar lo que se hará durante los siguientes 365 días.
Winter is coming: ¿Tiempo para el sexo?
Hay quienes afirman que durante el verano tenemos mucho más sexo. Al parecer, los días calurosos, las salidas al mar y la acción del sol, hacen que las ganas de dar y recibir calor corporal se incrementen. Después de todo, transpirar en parejas (o en tríos) es mucho mejor que hacerlo en solitario durante las calientes noches estivales.
Pero, Winter is coming. O mejor dicho, el invierno ya está aquí. ¿Qué pasa con nuestras ganas durante los días fríos? ¿Se activa el deseo con la misma efervescencia de agosto? ¿Dar y recibir calor (y todo lo demás) es una buena manera de sobrellevar las nevadas? ¿La libido se congela junto con el caudal de los ríos?
La vestimenta, ¿la clave para tener más o menos sexo?
Con el verano ocurre que para poder resistir al calor, las prendas de vestir tienden a hacerse más ligeras. Además, si se está de vacaciones en Ibiza o en alguna isla del Caribe, lo normal es utilizar trajes de baño, bikinis, tangas, pantalones cortos… O no usar nada. La anatomía humana queda al descubierto, lo que provoca que las ganas se disparen.
Pero en invierno ocurre justo lo contrario. Refugiarse debajo capas y capas de gruesas telas es indispensable para no morir de hipotermia. Bueno, no seamos tan dramáticos. Aunque sí sea cierto que incluso estando en espacios cerrados debamos abrigarnos bien.
Durante la temporada estival dormir desnudos es una idea irresistible. Y estar en la cama con alguien que eleva nuestra temperatura hasta las nubes, sin el filtro de la ropa, es mucho más que una invitación a copular. Una cosa lleva a la otra… y bueno.
Pero de noviembre a marzo, la mayoría de nosotros echamos mano de los pijamas. Y mientras más frío, mayor será la distancia entre la superficie y nuestra piel. ¿Cuántas ganas son necesarias para desvestirse con temperaturas por debajo de los 0°C?
Winter is coming… y los bebés también
Si revisamos solo las estadísticas históricas, parece que quitarse la ropa durante el invierno no es problema. Y es que según datos oficiales, el mes con más nacimientos del año es octubre. Esto quiere decir durante los 31 días de enero se concretan la mayoría de los embarazos.
Claro, este es un dato meramente circunstancial. De hecho, pudiese interpretarse como que durante el invierno, las personas se cuidan menos que durante el verano.
Habrá quien se aventure a afirmar que enero es un mes en donde las parejas consolidadas permanecen en casa, descansando e intimando. Mientras que julio y agosto son meses de farra y aventura. En donde el sexo con condón se hace imprescindible. Porque traer un hijo al mundo puede ser hasta un problema menor, si se compara con el riesgo de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual. (Y ojo que no estamos aupando la paternidad o la maternidad irresponsable ni nada de eso).
Sexo contra la depresión
Los días cortos y las noches largas pueden aumentar en muchas personas los niveles de depresión. ¿Qué mejor manera de superar los desánimos con sexo? Este puede ser un argumento válido a la hora de querer aumentar el número de encuentros carnales durante los primeros meses del año. Aunque tristeza, melancolía y sexo casual no suele ser una buena combinación.
¿Y los refriados?
Es otro hecho estadístico: bajas temperaturas son sinónimo inequívoco de refriados. Y si bien muchos de estos cuadros, cuando son tratados oportunamente, no representan mayores riesgos, sí que son bastante incómodos.
Tener sexo con la nariz tan obstruida que solo se pueda tomar oxígeno con la boca abierta es casi imposible. Besar apasionadamente ya resulta complicado. Y seamos claros, si uno de los miembros de la pareja no está infectado, se mantendrá lo más alejado posible para no sucumbir ante un catarro.
¿Más o menos?
Yo soy de los que siempre quiere, sin importar la época del año. Aunque debo admitir que con malestar de gripe las ganas se me caen un poco. Y si es mi pareja quien está tosiendo y estornudando desenfrenadamente, peor todavía. Winter is coming y a ustedes como les va. ¿Mejor con frío o calor?
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