LABERINTO II La primera vez
Al contrario de su hermano Joe, Alex era un tipo de aspecto mas corpulento debido a que al ser el primogénito, desde muy joven se había dedicado a mantener a la familia en ausencia de su progenitor. Había trabajado en el muelle descargando buques de mercancías, en la construcción y en cualquier puesto que le ofreciesen unos ingresos económicos para sustentar a los suyos, lo que le aportó una buena musculatura.
Por las noches, cansado de la jornada laboral, con mucho esfuerzo y ahínco, estudiaba para poder sacar unos estudios, pues era ambicioso y no se conformaba con estar en puestos de trabajos que no le aportaban una seguridad. Él se daba cuenta de su facilidad para estudiar y retenerlo, y quería sacarle el máximo provecho. Una vez finalizado los estudios universitarios -obtuvo la máxima calificación en economía-, consiguió un buen puesto en banca.
Ejecutivo con caché
Es un tipo de aspecto rudo, alto, muy moreno y al contrario de su hermano con bastante vello corporal, de tez morena y facciones muy pronunciadas. La obligación de ir trajeado le aportaba mas respeto aún, aunque a la salida de algunas jornadas laborales con compañeros y clientes, el ir a tomar unas copas para relacionarse con ellos, le había producido un poco de barriga cervecera. Aún así, Alex llamaba la atención por su porte, tez, virilidad y seriedad.
Aquella tarde Alex tenía que gestionar una operación en el banco donde trabajaba. Unos clientes muy importantes, iban a cerrar una operación de nivel, y eso para Alex era bueno, y su puesto de trabajo. Así pues, esa tarde Alex se acicaló mas de lo debido, se afeito como cada mañana, pero si no lo hacía por la tarde ya parecería de aspecto descuidado y por nada del mundo quería decepcionar con su imagen a los clientes.
Una vez en la oficina Alex le dijo a su secretaria que una vez que llegasen los clientes, lo pasase a su despacho, donde él esperaba.
Se había demorado un poco la cita, pero alrededor de las siete de la tarde llegaron.
-Señor Alex- interrumpió su secretaria, el señor Jim ha llegado con su secretario, el sr. Carlosfuerte.
-Muy bien, adelante señores, tomen asiento y acomódense –dijo Alex, estrechando las manos de sus clientes, asombrado por la presencia del secretario. Alex no le quitaba ojo prácticamente al secretario de Jim.
Carlos al igual que Alex, había tenido una infancia también muy dura. Había sido marine, y su aspecto era tan corpulento y voluminoso como el de Alex. Había trabajado en cuerpos de élite de seguridad, había sido guardaespaldas de miembros del gobierno y senadores. De amplias espaldas y con conocimiento en defensa personal.
Seducción
Estuvieron hablando durante un par de horas, y pasado este tiempo Jim sugirió que su secretario quedaría a cargo de las últimas gestiones, por lo que el resto de papeleos se encargaría Carlosfuerte, ya que Jim tenía una reunión con un amigo para la adquisición de una nueva vivienda en una urbanización en otro condado.
A Alex le pareció estupendo la idea y se quedaron a solas, previa despedida por ambas partes. Antes de cerrar la puerta al despedirle, sugirió a su secretaria que acabarían tarde y debido la hora que era, que podía marcharse. La secretaria asintió.
Una vez a solas, Alex pensaba de qué forma podría seducir a tan atractivo macho. Alex no conocía sexo con nadie. Tan solo había visto alguna que otra vez revista de hombres en la habitación de su hermano Joe, y tales cuerpos y pollas despertaban su curiosidad, ya que solo se desahogaba masturbándose viendo las fotos, e imaginándose el placer de sentir una de ellas.
La mirada
-¿Un poco de bourbon? -sugirió Alex. -¡Es de la mejor cosecha de maíz del país!-.
-Si usted bebe también…., ¿por qué no?-
-Oh si, por supuesto sr. Carlos, le acompañaré gustosamente. Pero antes me va usted a perdonar, por que con la austeridad de la empresa, apagan automáticamente el aire acondicionado y la corbata empieza a molestar si no le importa. ¿Le parece bien que pasemos un poco de formalidades y vayamos al grano?-.
-Por supuesto-, dijo Carlos. Yo también empiezo a notar algo de calor.
Ambos se aflojaron las corbatas y desabrocharon el primer botón para así estar algo más cómodo. Cuando lo hacían se miraban fijamente como hablándose y deseándose con la mirada.
Alex se disculpó al exclamar asombro al ver el pelaje que dejaba ver aquella apertura. Enseguida le vino a la mente los hombres que veía en las revistas porno de su hermano y eso le excito. Como Carlos era espabilado en la materia (podría contar innumerables casos de la época de marine), quiso provocar más aún la situación y continuó con el segundo botón.
-Bien…, ¿y ese bourbon sr. Alex?-…
-oh claro!-. Alex se quedó sumergido en lo que veía, pero pronto reaccionó. Se dirigió hacia dónde tenía el minibar y empezó a preparar las copas.
Precum
Mientras las ponía, Carlos se le acercó por detrás y se paró a pocos metros de él. -Lo quiere ¿solo o con agua?-, añadió Alex. Podía sentir casi la respiración de Carlos, así que notaba su presencia muy cerca, a sus espaldas. Así que con sutileza retrocedió un poco para asegurarse que no erraba y como era obvio, su trasero contactó con él. Sintió como Carlos tenía una excitación sublime. Notó como la polla la había posado deliberadamente contra sus glúteos. Carlos le giró. -Acaso cree ¿que no me he dado cuenta de cómo me miras?…, ¿piensas que tu paquete no es visible a tal empalme? -dijo Carlos. Alex no tenía palabras para contestar y acercándose a su boca, Carlos empezó a besarle.
Entraron en una carrera a ver quién desnudaba antes a quien, mientras sus bocas y lenguas no se separaban. Una vez despojados casi en la totalidad, Alex bajo suavemente por aquel pecho la mano hacia la polla de Carlos (sin dejar antes de acariciar aquellos pezones) y noto como le sobresalía del bóxer. Sus manos (grandes de haberse desarrollado en épocas de trabajar en la construcción y de dedos gruesos), no podía abarcar el diámetro de su rabo.
Alex empezó a gemir de placer. Se sentó en la silla y suavemente empezó a lamerle y chuparle tal cipote. Carlos poso sus manos sobre la cabeza de Alex y suavemente le iba marcando el ritmo. Era inexperto, pero Carlos se iba encargando de enseñarle sobre la marcha. El bóxer de Alex empapado de precum goteaba mientras le comía el nabo. Carlos le tumbó sobre la moqueta para hacer un 69, y así poder introducir más su polla en la garganta. Alex daba arqueadas y mientras Carlos se la mamaba. Él también disfrutaba de la verga de Alex.
Infraganti
Perdidos en sus éxtasis, alguien tocó suave con los nudillos la puerta. Entreabriendo un poco la puerta al no recibir respuesta, Jim contemplaba la escena. Había olvidado un contrato para la posible compra del nuevo chalet. Jim empezó a tocarse mientras observaba a su secretario perdido en el placer revolcándose con Alex. Tras pasar sigilosamente el umbral y cerrar sin hacer ruido, se saco la polla, que le costó trabajo de lo dura que se le había puesto.
Empezó a desnudarse y quería unirse a la fiesta que le brindaban los dos osazos, mientras éstos no se percataban de la presencia de Jim. Paso a paso llego hasta ellos, Jim sorprendido de la actitud de ambos por el morbo que le daba y ver cómo les colgaban las pelotas, se acercó al culo de Carlos y empezó a comérselo.
Carlos se abrió y le brindaba a su jefe a que lo follase.
Con una llave de piernas, bloqueó a Jim obligándole a penetrarle. Alex en ese movimiento observó como Jim había vuelto y se encontraba comiéndole el culo que tanto ansiaba por hacer. Con cierta habilidad, Alex consiguió salir de aquella trampa de cuerpo. Dejó a cuatro patas a Carlos mientras su jefe le follaba.
Orgía Osuna
Alex buscó la posición adecuada para observar cómo el jefe abría el culo de Carlos y le metía la polla hasta los huevos. Obtuvo una perspectiva digna de contorsionista. A veces con sus propias manos, Alex ayudaba a la follada de Jim abriéndole el culo cada vez más a Carlos. Carlos gritaba de placer lo que excitaba aún más a Alex.
Fue cuando Alex se dirigió al culo de Jim y se la metió entre sacudidas. Jim le pedía suavidad ya que el ritmo debían alcanzarlos para que no quedase ninguna de las dos pollas fuera. Una vez al unísono los tres, se corrieron sintiendo como el semen ardiendo le inundaban el ano a los dos, producto del morbo, deseo y placer.
Exhaustos sobre la moqueta Carlos le pregunto a Alex, -¿que tal estas?-. Alex contestó, -ha sido mi primera experiencia sexual-.
Relato: El Laberinto II La Primera Vez
Autor: Magnuson
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