Un debate muy de moda en estos días. Bien sea desde una perspectiva científica, como uno de los factores involucrados dentro de la sexualidad humana o por simple ociosidad. Cuando hablamos de penes, ¿el tamaño importa?
Segunda pregunta: ¿para qué importa?
Vamos a ahorrarnos cualquier consideración de índole religioso. Sí, el sexo es la forma que encontró la naturaleza -o algún ente divino- para garantizar la supervivencia de la especie humana. En términos casi fundamentalistas, el coito solo se debe practicar con fines reproductivos.
Sin embargo, esto nunca fue así. Desde los orígenes de la civilización humana, hombres y mujeres han tenido sexo por diversión y placer. También como método de dominación y símbolo de estatus y poder.
Pero tomando al acto sexual exclusivamente como un mecanismo para la reproducción de nuestra especie, ¿el tamaño del pene es importante? Para formular la misma interrogante de forma distinta: ¿mientras más grandes sean los penes, más saludable serán los bebés fecundados?
Sexo por diversión y placer. Misma pregunta: ¿el tamaño importa?
En este punto el debate se torna más interesante. Si bien está claro que el tamaño de los penes es indiferente respecto al sexo como método de reproducción, cuando el coito es por placer, las opiniones son más variadas.
Mientras más grandes los penes, ¿mejor?
En los últimos años han sido abundantes las voces que buscan desmitificar el supuesto valor diferencial de penes grandes. Incluso, las más osadas han llegado a sugerir que los hombres que tienen miembros pequeños, son mejores desde todo punto de vista. Incluyendo el sexo.
Parte de los argumentos en contra de la dudosa utilidad de tener una gran polla, se centran en que a la hora de la penetración, las zonas más sensibles de la vagina están en la superficie o a pocos centímetros de profundidad.
Las voces en contra de penes gigantes también arguyen que son frecuentes los casos en que mujeres y hombres penetrados por estos miembros, terminan lastimados. Sostienen que el placer termina inevitablemente dando paso al dolor.
¿Quiénes dicen que el tamaño no importa?
Es un comentario común: “solo los feos dicen que la belleza exterior no importa y que lo verdaderamente importante es lo que lleva cada persona en su interior”. ¿Se puede aplicar este dudoso y simplista “principio” en cuanto a los penes? Quienes argumentan que el tamaño no importa ¿son solo hombres de pipí chico?
¿Qué dicen las mujeres?
Las féminas parecen no prestar mayor atención al asunto. Al menos no de la misma forma que lo hacemos los hombres. Respecto a las dimensiones del miembro viril masculino, las damas parecen estar más o menos de acuerdo en los siguientes tópicos:
- El tamaño sí importa, cuando se “analiza” el cuerpo de un hombre desde un punto de vista estético. La mayoría de las fantasías sexuales incluyen a hombres altos y musculosos, con juguetes enormes.
- En el sexo, el tamaño sí importa. Una polla grande resulta visualmente más estimulante y provocativa. Aunque también hay casos en que muchos centímetros pueden resultar intimidantes.
- Grandes dimensiones pueden marcar grandes diferencias durante el sexo, no solo a favor. Son muchas las mujeres (y los hombres) que afirman que un pene grande no es garantía de un buen desempeño en la cama. Hay hasta quienes aseguran que grandes vergas terminan volviendo perezosos, predecibles y aburridos a sus portadores.
- No importa el tamaño, el factor clave está en saber qué hacer con lo que se tiene. Después de todo, la creatividad y la imaginación son dos de los puntos que marcan la diferencia dentro de una relación de pareja. También a la hora del sexo casual.
- Más importante que el largo, es el ancho.
¿Hombres acomplejados?
Sí, a los hombres nos inquieta el tamaño de nuestro “mejor amigo”. Al menos, a la mayoría de nosotros. Bien sea porque nos sentimos seguros, o porque caemos víctimas de un mar de dudas. También competimos -en silencio casi siempre- tratando de determinar quién la tiene más grande.
Por otra parte, es una creencia relativamente extendida, considerar que el tamaño de los complejos de un hombre es inversamente proporcional a las dimensiones de su equipo. O lo que es lo mismo, mientras más diminuto sea el accesorio, los niveles de autoestima se encontrarán más cerca del suelo.
Esto tampoco es una ciencia exacta. Algunos caballeros “bien equipados” pueden llegar a sentirse como “anormales”. Intimados física y emocionalmente. Y este es un asunto complejo de analizar y del que escribiremos en otro momento.
¿Sí o no?
¿El tamaño de los penes importa? Voces a favor y en contra abundan. También son muchos los que se muestran indiferentes ante esta pregunta. ¿Encontrará fin alguna vez este debate?
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